Los importantes avances científicos logrados en los últimos 25 años en el campo de la biotecnología orientada a la salud -entre ellos, los sistemas de producción in vitro de compuestos bioactivos mediante tecnología de ADN recombinante- han aportado cambios significativos y creado un nuevo rumbo con respecto a las opciones terapéuticas.
A partir de la caducidad de la patente de la primera droga biotecnológica aprobada, cualquier otra compañía de biotecnología puede "reproducir" y comercializar estas sustancias biológicas ("biosimilares"), lo cual puede representar una reducción de los costos para los pacientes.
